6.4.2020
Ferrol recupera la Plaza de Armas con la reforma y remodelación desarrollada por la UTE de Civis Global y Prosema. El nuevo aspecto de la zona es el resultado de una obra de reconstrucción urbana realizada a partir del proyecto de Carlos Pita, vencedor del concurso municipal para acometer la obra.
Desde su construcción, la plaza fue planteada como un espacio de encuentro y comunicación ciudadana. La reforma ha permitido recuperar el alineamiento con las calles Terra, Real y Rubalcava que rodean la plaza, que ahora se adapta a la orografía en declive del terreno y se integra visualmente en el conjunto urbano.
La zona que comunica con el edificio del Ayuntamiento está delimitada por un enlosado de granito que cubre unos 2.000 m². Cuenta con zonas diferenciadas y distintos grosores de material para uso peatonal y acceso rodado respectivamente. El espacio está rematado con pequeñas rampas para comunicar con las calles Terra y Rubalcava.
La construcción del palacio municipal en 1956 había reducido el cuadrado inicial a los 7.000 m² actuales. Se había alterado también la planimetría del siglo XVIII, añadiendo una zona de aparcamiento subterráneo que levantó el terreno para ganar espacio y alojar una serie de locales comerciales y una cafetería en el límite con calle Real.
Para el desarrollo de la obra se realizaron exhaustivos trabajos de excavación y demolición de todos los elementos añadidos, antes de proceder a la nivelación y urbanización del conjunto, sobre un volumen aproximado de 4.400 m³.
El resto de la plaza es un área de unos 3.000 m² donde destaca un novedoso pavimento terrizo y permeable, desarrollado con una mezcla de tierra y aglutinantes, que se aplica por primera vez en España. La plaza consigue mantener así un piso seco en toda la plaza independientemente de la diversidad de materiales aplicados en distintas zonas. Este área de aspecto terroso está rodeada por un pasillo de casi 3 metros de ancho formado por antiguas losas de cantería recuperadas en la zona de obra.
Gracias al uso de materiales diferenciados el conjunto presenta una gran diversidad visual y un aspecto natural, al tiempo que mantiene su funcionalidad. A ello contribuye también la plantación de zonas de arbolado distribuido para acotar el conjunto y ofrecer zonas de sombra y descanso.
Destacan en particular los 21 tilos de veinte años trasplantados a la zona inferior hasta el límite con la calle Real. Para el mobiliario urbano se han recuperado de la zona ferrolana de los Cantones los tradicionales bancos dobles de madera sobre estructura de hierro, dándole uniformidad al conjunto.